INDIBA

¿Sabías que el indiba es muy beneficioso  para cualquier dolor?

El dolor de espalda es bastante habitual y no sólo entre los deportistas. Es una patología que puede originarse por diferentes causas: lesión muscular, articular, discal o post-fractura.

En cuanto al dolor de espalda que aparece por orígenes musculares, la causa más común suele ser un dolor lumbar. Normalmente es debido a la tensión muscular, por una distensión por levantar objetos pesados, agacharse o por cualquier otro uso arduo o repetitivo. Y esto puede ser muy doloroso. Además, provoca molestias o repercute en la movilidad, el equilibrio o la correcta respiración.

El dolor de espalda también puede surgir después de un sobreesfuerzo o un movimiento brusco en el que no se ha repartido la carga de forma equilibrada. Esto puede ocasionar una protusión en el disco vertebral por la compresión de las vértebras. En este caso, la raíz nerviosa queda comprimida en sí misma y sale a través del espacio entre las vértebras pudiendo ocasionar citalgia y provocar dolores irradiados hacia la pierna.

¿Cómo podemos tratar estos dolores? Con un método:

1. En la primera fase se trabaja con un electrodo capacitivo. En este momento se actúa de forma más superficial y localizada.
2. En la segunda fase, el electrodo resistivo trabaja sobre las estructuras que ofrecen mayor resistencia en nuestro cuerpo. En este caso, el tratamiento incide en los tejidos óseos, ligamentosos o capsulares, con menos aporte acuoso y que captan mejor la corriente.

¿Qué es lo que hace este método?

*En solo dos fases, este método, acelera los procesos regenerativos, favorece el drenaje de la inflamación, genera un mayor aporte vascular y restituye la lesión sin que el paciente perciba el paso de la corriente.

*También genera un aporte vascular y de oxígeno en las zonas sobre las que se trabaja.

*Además, la frecuencia, el número de sesiones o su repetición a lo largo del tiempo estarán determinadas por la esteticista o fisioterapeuta que realice el tratamiento.

INDIBA® Pro disminuye el dolor y favorece el drenaje por lo que puede ayudar a disminuir la compresión nerviosa provocada por una lesión en el disco. También equilibra y mejora el tono de la musculatura afectada después de haber realizado un sobreesfuerzo o tras un gesto brusco.

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